viernes, 16 de septiembre de 2011

Mali, abriendo fronteras en el camino

El camino de la vida es impresionante. Hace un poco más de dos años que me embarque en esta aventura tan alucinante. Ni en el mejor de mis sueños hubiera imaginado todo esto que me está pasando. Dos años de duro trabajo, de mucha ilusión, de no derrumbarte jamás, de no abandonar, de sufrir y de algunos llantos; empecé el post que el camino de la vida es impresionante y os hablo de muchas cosas de sufrimiento, que contradicción. Pero este sufrimiento termina con el mejor sabor de boca, con mucha alegría, con mucha energía positiva y sobre todo feliz por el trabajo realizado.

Mujeres trabajando en el campo. Mopti


Dos años de viajes en Senegal y Gambia y más de 200 personas que han vivido una experiencia de viaje diferente. Por suerte la mayoría de viajeros han vuelto a casa con la mochila llena de ilusiones, llena de vibraciones, llena de paz y armonía y sobre todo abriendo los ojos viendo como viven en el sur y como vivimos en el primer mundo. Algunos viajeros, por suerte muy pocos, han llegado a casa descontentos, quizás porque nunca buscarán la felicidad en la vida.

El  viaje a Senegal y Gambia sigue con mucha fuerza, ya con la mirada puesta en los viajes de Octubre, Noviembre y Diciembre, que hay dos, Purísima y Navidad. Con mucha gente apuntada, con la mochila casi preparada, el material humanitario, siguiendo trabajando en los pequeños proyectos que ya hemos empezado a trabajar como la escuela de fútbol o la entrega de material en las escuelas y dispensarios y sobre toda con mucha ilusión y pasión.


Mezquita de Djene y su mercado.


Pero mañana toca ir a Mali, un país que ya conozco, un país vecino a mi querida Senegal y Gambia, un país que tiene mucho potencial y mucha energía, un país que es muy bonito de conocer. Espero poder cumplir otro sueño en esta vida, en esta África que tanto adoro.


Barcas en el río Níger

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