martes, 2 de abril de 2013

SENSACIONES DEL ÚLTIMO VIAJE by Rosa y Núria.



En esta ocasión no soy yo quién escriba este post del blog, el escrito está realizado por dos viajeras, compartida por los diferentes viajeros del viaje. Reflexiones que me han dejado sin palabras...................


REFLEXIONES DE CAPARAN



Hace escasos días que volví de Caparán pero me resisto a levantarme de mi lugar de observación. Todavía permanezco sentada a los pies del árbol centinela que guarda la casa.
Sigo en silencio y escucho. Observo.
El sol rompe la noche y los gallos cantan su bienvenida. Las primeras risas pueriles inundan la casa. Hay trajín de mujeres. Los jembés retumban y el pan se cuece. 
Quim lee y espera a que nos levantemos. Laïty habla con su madre y Lamin los observa mientras se pregunta dónde nos acompañará hoy... ¿Quizá al huerto de las mujeres? ¿O a los campos de anacardos? ¿Posiblemente a la escuela de fútbol? ¿O quizá al dispensario que ya está bastante bien?
Me desperezo y le doy los buenos días a Rosa y Mireia, mis compañeras de habitación, que siguen remoloneando mientras esperan a que Quim las despierte a ritmo de Txarango o Bongo Botrako.
El pan recién horneado y el café nos espera en la mesa. 
Hoy como cada día es especial, es un canto a las pequeñas grandes cosas. Es un aquí y ahora. Una mente en blanco y un corazón abierto. Un hogar. Un abrigo. Estoy alegre, sonrío y doy gracias a la vida.
A lo lejos veo llegar a mi sabio favorito, Moussa. 
- Kasumay- me dice.
- Kasumay Kep- le contesto.
- ¿Katy bo?- dice Moussa.
- Koku bo!
Nos miramos y me da su mano segura, arrugada y fuerte. Sus ojos profundos me sonríen y en un estrenado español me dice: "Núria, gracias por venir a Caparán".
Sé que cuando vuelva lo echaré de menos. Me gusta conversar con él y me transmite una energía especial. 
Una mano me acaricia y me vuelve a la realidad. La pequeña Awasane me pide atención. La cojo en brazos y la inundo a besos. Sus ojos pillos relampaguean y su boca suena a carcajadas.
Nos vestimos y nos lanzamos a la aventura. Rosa, Montse, Mireia, Susanna y yo somos los Goonies de Caparán, dispuestas a conocer sus tesoros, sus proyectos.
Como cada día, vamos a descubrir uno que Quim y el pueblo están llevando a cabo con mucho mimo y constancia. Hoy toca el dispensario sanitario.
Nos encaminamos hacia allí y la comitiva de niños nos acompaña. Me enorgullece saber que una parte económica de mi viaje se destina a estos proyectos.
Quim abre el dispensario y nos enseña la habitación donde descasan las parturientas. Las ventanas y las camas están a la espera de un cambio. Entregamos material y visitamos todas las estancias del dispensario.
En seis meses es impresionante el cambio que ha dado. Me emociona ver los resultados del trabajo bien hecho.
Aprendo. Caparán me da lecciones de vida. Me sacude la conciencia. 
Me acerco a Quim. Lo abrazo. Bajito y al oído le doy las gracias.
Esta tarde Caparán está de fiesta. Los músicos tocan para nosotros y el pueblo danza. Nos dejamos llevar por el baibén de su baile. La energía de la danza nos atrapa. El tomtom de los jembés nos sumerge en un suave trance. Bailamos hasta que la luna, imponente, nos da las buenas noches. 
Y yo sigo aquí, sentada al abrigo de mi árbol centinela. Chupando la sabia de sus raíces. No me quiero desprender de su seno. Caparán, si me lo permites, yo aquí me quedo.

By Nuria




ABARAKA CAPARÁN

Viaje conmovedor hacia el interior de uno mismo que invita a la reflexión y descubrimiento del valor de las pequeñas cosas. Auténtica lección de vida tatuada con amor, que te cambia la percepción de lo que realmente importa.

Caparán, pueblo de brazos abiertos, nos acoges con ilusión, nos das calor y sustento. Eres hogar y familia, vivir en comunidad es perfecto, compartes conmigo todo lo que tienes, y aunque cuando hablas no te entiendo, sobran las palabras cuando me miras, es suficiente un gesto. Vidas humildes que despiertan entre sonrisas, mujeres que cocinan ilusión, que cargan agua, que trabajan la tierra, que tiñen sueños y amasan pan, para darle forma al calor de la leña. Pueblo enriquecido de niños que corren, juegan, saltan y dan vida, que me recuerdan que hace falta muy poco para ser feliz y que me hacen sentir de nuevo niña. Y cuando menos lo espero, surge la fiesta, me invitas a la danza, me gusta el sonido de tu voz y me arrastra la energía que todo el pueblo exhala, tienes tanta fuerza y tanta magia que me atrapas para siempre y me siento la mujer más afortunada. Maravilloso poder vivir en un lugar donde nada se compra ni se vende, todo se regala.

Y más fascinante aún, cuando en el seno de los ojos que ven más allá de la simple mirada, nacen deseos que se hacen realidad, porque la ilusión es fuerte y siempre gana la batalla. Nace el dispensario, el huerto, el pozo, la escuela, poco a poco vamos creando y creciendo, qué bonito el color que brota, cuando sembramos el blanco y el negro.

Eternamente agradecida, mucho más grande que un simple sueño africano, cuando el hombre deja de ser hombre, para convertirse en ser humano.

Por todo lo que eres y todo lo que me has brindado…
A tus pies…. Caparán..
IMAÑIMAGNE!!!


By  Rosa 




















KASUMAY !!!!!!!!

1 comentario:

  1. un relato impresionante, enhorabuena !!! esta claro que tenemos mucho que aprender de ellos, esta experiencia debe de reconcilarte con la vida ...gracias por compartirlo ;)

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